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Malas costumbres con los coches

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Algunas costumbres aparentemente inofensivas pueden perjudicar el vehículo. Si bien los motores se componen de un grupo de piezas de hierro, no quedan exentos de averías, todo a lo que no se le dé el uso correcto se dañará. Esto es posible evitarlo de manera sencilla, lo único que necesita es saber lo que causa las fallas y cómo solucionarlas modificando ciertos hábitos.

Asegúrese de identificar todos esos hábitos, sin importar qué tan pequeños e insignificantes le parezcan, pero que puedan ser perjudiciales a su vehículo. Es solo cuestión de mantenerse atentos y poner la mejor de las voluntades para eliminar esos malos hábitos.

Prácticas dañinas que evitar

Mantenimiento: no olvide que su vehículo tiene un manual de usuario en el que es conveniente consultar el tipo de aceite que usa su coche, el tiempo adecuado para los reemplazos de ciertas piezas, entre otras especificaciones que también deben hacerse. Debe respetar estas indicaciones para que todas las partes puedan funcionar como deben y sigan prestando un buen servicio.

La conducción: los cambios de aceite deben adelantarse si se conduce por zonas urbanas, al igual que la sustitución de recambios, ya que se degradan con mayor rapidez en condiciones como estas.

Girar: cuando los motores son de gasolina es recomendable no superar las 5.000 vueltas aproximadamente y si se trata de motores diésel no debe exceder de las 3.000 revoluciones por minuto. No se quiere decir con esto que no pueda pasarse de estas cifras, sin embargo, no debe hacerse un hábito, es decir, no lo haga una constante.

Amortiguación: pueden verse bien aparentemente, pero no se fie de las apariencias, los desgastes de estos no suelen ser muy perceptibles. Por ello se aconseja que cada 20.000 kilómetros aproximadamente se les realice una revisión a fondo, igualmente con los frenos y los neumáticos. Todos estos juntos son prioridad en la seguridad vial.

Al hablar de un cambio de motor, en cuanto al presupuesto, es algo muy duro. Un cambio de este implica cambiar muchas piezas, unas resultan más caras que otras; por su parte comprar el motor todo completo no resultará nada barato. Serían, por norma general, alrededor de nueve piezas además de los cables y mangueras.

Una buena forma de no volverse loco con tanto lío es comprar en desguaces, ya que tienen una gran variedad que hace posible que pueda encontrar exactamente lo que busca de cualquier modelo. Visite http://www.motoresdesegundamano.eu en donde podrá encontrar todo lo necesario para su coche solo rellenando un formulario con todas las indicaciones del motor que requiere.